Llegar a final de mes
con un sueldo normal, de 800€, para una familia con hijos, un alquiler o
hipoteca, colegios, etc. se ha convertido en un acto heroico.
No digamos ya, las
familias cuyos miembros están en el paro y tienen que vivir con la pensión de
sus mayores. Esto es una realidad que cada día afecta a más familias españolas.
Aún para aquellos “privilegiados”
que tienen trabajo, en general, sus
sueldos no cubren para vivir dignamente y por dignamente, se entiende vivir en
una vivienda digna, comer 3 veces al día, tener acceso a sanidad y a educación
(si tienen hijos). Dejando ya al margen el derecho a la información y a la
justicia (que ahora ya es de pago) el vestir, el ocio, y un largo etc. de cosas
que hasta hace bien poco nos parecían de lo más normales.
Esta situación que se
hace tan evidente en los consumidores, también afecta a los comercios que cada
vez más venden menos y, en consecuencia, ingresan menos y su capacidad para
mantener el negocio cada vez es menor.
Por otro lado están los
impuestos municipales que, al desaparecer los ingresos por licencias de
edificación, están subiendo los impuestos a todos los ciudadanos pero, de
manera especial al comercio que cada día económicamente está más ahogado, lo
que en demasiados casos le lleva a cerrar y generar más paro y en consecuencia
menos consumo. Y así sigue la rueda de la economía de este país.
El reto es detener esta
rueda y para eso, en mi opinión, hay que reinventar el modelo social y
económico. Y tenemos que hacerlo nosotros, no podemos esperar ayudas ni del
gobierno ni de los bancos porque, si llegan, llegarán demasiado tarde para
muchas familias y empresas.
¿Y qué podemos nosotros?
Muy fácil, apoyarnos aunando sinergias.
El comercio local debe
presionar a los fabricantes para que les ajusten sus precios (como hacen con
las grandes superficies). No perdamos de vista que el conjunto de comercios
locales españoles, consume mucho más que todas las grandes superficies juntas y
además paga mejor a sus proveedores.
A cambio de esta acción
del comercio sobre los fabricantes, el consumidor debe beneficiarse de esta
reducción de costes y comprar en el comercio de proximidad (el comercio local
de su ciudad) propiciando que se mueva la rueda de la actividad económica
dentro de su ciudad.
Esto no es ninguna
fantasía, es mucho más sencillo que pedir la independencia de Catalunya, solo se necesita que el comercio local de el primer paso.
La iniciativa que el
pasado día 6-10-2012 puso en marcha www.promolimit.com va en esa dirección.
Si entráis en esta web entenderéis mejor lo que digo.
Su objetivo es defender
los intereses económicos del consumidor, buscando las mejores ofertas del
comercio de proximidad, a la vez que promueve el comercio local entre los
consumidores de la ciudad.
Es nuestro deseo que,
el esfuerzo que estamos haciendo para cohesionar ambos intereses, llegue a buen
puerto y Promolimit sea una
referencia del ahorro para las familias y la promoción del comercio de
proximidad.
Si alguien que tenga
una idea mejor o complementaria, le agradeceré nos la haga saber para incorporarla en beneficio de todos.
Gracias por haber
llegado hasta el final, un cordial saludo y hasta el próximo día que hablaremos de por
qué “Las cosas no funcionan solas”
Tíos (o tías), desde luego esta claro que tenéis y sobre todo mucha moral, pero lo que necesitáis es suerte, lo cual, actualmente también escasea.
ResponderEliminarPor si os sirve de algo, en mi opinión creo que deberías hacer una gran campaña en televisión con algún personaje muy influyente que arrastrara comerciantes y consumidores.
ánimo y a por ello.
Gracias por seguirnos y darnos ánimos. Sabemos que es difícil pero seguiremos en la brecha.
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